lunes, 3 de diciembre de 2012

"Over the Rainbow"

Hace más de un mes que no escribo... Tal vez porque ha sido un mes algo extraño. Me ha dado tiempo a ir a Flrorencia y volver, a caerme y a levantarme, a intentar trazar un plan de futuro (el cual todavía no está nada definido y no me extraña siendo yo) a ver nevar por primera vez en mi vida... Intenso.

Florencia increíble... Solo pasear por sus calles ya es del todo mágico. Personalmente tenía millones de ganas de ver muchísimas cosas y dos días se me hicieron cortos, muy cortos. Mires donde mires encuentras cosas que ver, que sentir. Mercados, monumentos, la gente, la música....
Si me tengo que quedar con algo de los dos días que pasé allí sería (y no necesariamente por este orden) con los frescos de la cúpula del Duomo: verlos de cerca es espectacular. Me hubiera quedado allí horas empanada o llorando, pero la visitante que tenía detrás creo que tenía prisa porque cada vez que me paraba se chocaba conmigo. Lástima por la gente que no sabe apreciar esas pequeñas-grandes cosas...
El Ponte Vecchio, mágico! Su reflejo en el agua, su arquitectura, sus colores... me gustó todo de él. Cuando voy recordando todo esto me doy cuenta que hubiera necesitado como 1 mes entero, porque mi nivel de empane y observación con estas cosas es brutal... pero me encanta.

Podría describir muchísimas más cosas, pero creo que me quedo con un momento que nada tiene que ver con arquitectura, ni pinturas, ni esculturas, ni nada parecido.
La última noche, decidimos dar una vuelta (porque si Florencia es bonita de día, en mi opinión, su mejor momento es cuando el sol se esconde...) Y allí estábamos, sentadas en el patio de la Galería de los Uffizi cuando vemos acercarse a un músico con su guitarra, su "ampli" y su micro. Yo pensé "bien, es justo lo que necesitaba"! Algo increíble ocurrió cuando se puso a tocar. Una chica que estaba sentada a mi lado se levantó y empezó a bailar, completamente abstraída de todo lo que pudiera suceder a su alrededor. Entonces, una pareja la siguió y yo, decidí levantarme también... Cuando nos quisimos dar cuenta estábamos un montón de gente bailando juntos, riéndonos...

Después de 3 meses luchando contra mi misma y contra el entorno, hace unos días que estoy casi en paz... empiezo a ser consciente de que estoy lejos pero que siento a muchos cerca, que sabía que no sería fácil pero que no imposible y que ya que decidí marcharme, ahora solo queda disfrutar de la decisión.
Aquí, en el mundo, hay cosas increíbles para vivir, sentir y disfrutar. Solo tenemos que hacer el camino con paciencia y viendo el paisaje sin dejar que las gotas de aceite de la cuchara se derramen mientras lo hacemos...

:)